*Siempre, sólo un especialista en Cirugía vascular puede determinar la necesidad de manejo médico o cirugía; en base las características del paciente y de la enfermedad, de forma independiente e individualizada.

*Los dos grandes grupos de cirugías: son la cirugía tradicional o abierta, y la cirugía de mínima invasión donde todo el procedimiento se realiza con una punción en la vena afectada y tratamiento a base laser, radiofrecuencia, esclerosante o pegamento.

*Si bien esa pregunta es motivo de discusiones académicas, salvo que existan características del paciente que no permitan la cirugía de mínima invasión, esta debe ser la primera elección.

Enfermedad carotídea.

*Sin duda la mejor forma de colocar un catéter requiere: un ultrasonido, un espacio adecuado para su colocación, preferiblemente en quirófano con acceso a rayos X, y un medico con entrenamiento en estos accesos; esta combinación reduce al mínimo la posibilidad de complicaciones.

*La trombosis venosa profunda de las piernas confiere dos riesgos principales: la enfermedad tromboembólica venosa donde lo mas peligroso es que una parte del trombo llegue al pulmón y la segunda es la posibilidad de síndrome pos-trombótico, donde la pierna puede tener secuelas graves de la trombosis y mantenerse con edema permanente.

*Dicho paciente requiere una valoración inmediata en búsqueda de lesiones y/o factores de riesgo, dependiendo de los hallazgos se da manejo en consecuencia, y se recomienda al menos una valoración cada año dependiendo del caso.

*Hoy en día existen muchas opciones de tratamiento de casos avanzados de pie diabético, los dos pilares de esto son: el manejo para mejorar la circulación con cirugía abierta o mínimamente invasiva, y el manejo avanzado de las heridas; esto permite salvar la extremidad en muchos pacientes.